El pronóstico se define como una predicción que hace un profesional sobre la evolución de una enfermedad o trastorno. Es decir, la misma definición lo expresa, no es algo seguro, y se va a basar en hechos científicos y la experiencia del propio profesional. Aunque, existen aspectos a tener en cuenta que pueden ayudar al pronóstico.
Establecer cuándo una persona va a recuperar la capacidad de comunicarse o llegar a su nivel anterior a la afasia es complicado. Es difícil y polémico, ya que se pueden dar esperanzas vanas en casos más graves. Cada paciente va a responder de una manera, y, solo por saber qué tipo de afasia padece la persona, como profesionales, no podemos establecer cuánto va a tardar en ser capaz de comunicarse de nuevo.
Sin embargo, hay una serie de factores que han demostrado que favorecen de manera positiva el pronóstico.
Contenidos 📋
Apoyo familiar y del contexto

Es necesario que los familiares, sobre todo, los encargados de su cuidado, estén totalmente involucrados en la terapia y sirvan de pilar para que la evolución sea mayor, y que lo trabajado en terapia sea generalizado a su contexto natural1.
La evaluación
Debe ser eficaz para llegar a un diagnóstico que abarque todos los aspectos afectados y que pueden estar influyendo en el paciente, así la terapia logopédica se verá favorecida. Además, debemos hablar de la evaluación de la evolución del paciente a lo largo de la terapia1, y también evaluar la propia terapia como comentamos en el siguiente apartado. Llevando a cabo todos estos procesos de observación nos ayuda a que el pronóstico sea mayor, ya que nos aseguramos de que está funcionando el proceso rehabilitador.
El tratamiento logopédico
Un tratamiento precoz es aquel que se realiza justo después de la aparición de la afasia. Cuanto antes mejor, ya que la inactividad mata al cerebro y conforme pase el tiempo, más difícil será recuperar o compensar lo perdido1.
También aquí entra en juego el logopeda, su experiencia2 y su orientación a la hora de trabajar toman un papel importante en la rehabilitación. El profesional debe ser paciente, hablar con claridad y flexible. Con esto último nos referimos a que el logopeda debe ver cuando algo no está funcionando y cambiar rápidamente, para evitar que el paciente se agobie, rechace la terapia y/o se frene su evolución. No debemos empeñarnos si algo no está funcionando.
El trabajo en un contexto real y las actividades sociales
El realizar un trabajo de campo1 favorece la generalización de la terapia tanto en los pacientes como en los familiares, ya sea interviniendo en el propio hogar o yendo a la calle. Además, socializar con otros familiares y pacientes es de gran ayuda, y apuntarse a actividades en grupo mejora la motivación1.
Las preferencias del paciente
Como profesionales debemos saber cuál era la vida del paciente antes de la afasia, su trabajo, sus intereses… Plantear una terapia en la que incluimos actividades con la temática que al paciente le gusta (películas, música, historia…), favorece la motivación y la generalización de lo trabajado2.
La personalidad y el nivel educativo
Su motivación y su manera de ver la vida será clave para que la terapia tenga éxito. Además, cuanto mayor nivel educativo se tenga, mejor pronóstico habrá1.
Apoyo psicológico

Se ha demostrado que la afasia está relacionada significativamente con la depresión después del accidente3. Es el síntoma más común en una afasia y conlleva un peor pronóstico. Por eso es necesario un diagnóstico y una intervención precoz por parte del psicólogo.
Equipo multidisciplinar
En relación con lo anterior, debemos, como profesionales, formar un equipo que realice un tratamiento eficaz que trabaje todas las afectaciones encontradas. Cada profesional se apoya y apoya la terapia del resto4.
Localización y extensión del daño cerebral
Las lesiones extensas, como en la afasia global, suelen tener peor pronóstico ya que afectan a una gran cantidad de habilidades residuales que podrían ayudar a la recuperación. Las afasias motoras suelen tener mejores perspectivas que las sensoriales.1.
Por último, debemos aclarar que cada persona y su situación son distintas. Con esto queremos decir, que de primeras nos podemos encontrar con una afasia presumiblemente más leve y puede tener una evolución peor que una más grave. ¿Y por qué puede ser esto? Por los factores anteriormente comentados que juegan un papel fundamental. Es decir, todos estos factores están relacionados entre sí y todos son importantes.
Referencias
1. Sedano-Santiago G, Rodríguez-Garate P. Epidemiología, rehabilitación y pronóstico de las afasias. Rev Hered Rehab. 2016; 1 :11-20.
2. Dodd B. Evidence-Based Practice and Speech-Language Pathology: Strengths, Weaknesses, Opportunities and Threats. Folia. Phoniatr. Logop. 2007; 59: 118–129.
3. Camoes-Barbosaa A, Sequeira-Medeiros L, Duartec N, Morais J, Mendes M, Meneses C. Afasia y depresión post-ictus: una relación predictiva. Rehabilitación (Madr.). 2012; 46 (1): 36-40.
4. Durà-Mata MJ, Molleda-Marzo M, García-Almazán C, Mallol-Badellino J, Calderon-Padilla V. Factores pronósticos en el ictus. De la fase aguda a los tres años. Rehabilitación (Madr). 2011; 45(1): 18-23.
Logopeda colegiada nº: 28/1309
Máster en Investigación logopédica en Daño Cerebral y Trastornos Degenerativos.
Logopeda en Clínica de rehabilitación Integral